Soy una enciclopedia de muecas

SOY una enciclopedia de muecas. Sardónicas, bienaventuradas, místicas. Rebeldes, angustiosas, cariacontecidas. Los músculos de mi cara estallan en una constante generación de gestos incontrolables, estereotipados, misteriosos.
Son mis estados de ánimo, que cambian a una velocidad vertiginosa. Desde fuera podrían parecer tics nerviosos pero, hablando en propiedad, no lo son. O sí. O éste sí y éste no. No lo sé.
Cada pensamiento se refleja en mi rostro formando una secuencia interminable. Soy imposible de retratar. Una máquina de fotos que disparase ráfagas de instantáneas mostraría mil diferentes imágenes de mí. Por eso soy tantas personas distintas, y por eso ya no sé quién soy, o si soy alguien.
Triste, ausente, sandunguero. Resentido, humilde, agobiado. Capaz, perezoso, malévolo.
Una vez tuve una novia de un solo semblante, un rostro muy bello y permanentemente sereno, y mis gestos se proyectaban en su redonda cara como locas imágenes en una pantalla. Mis besos multicolores vivificaban su existencia, pero ella siempre acababa llorando, incapaz de asumir mi inmenso pero polifacético amor. 
Cuando me dejó me vine abajo, subí a los cielos, renuncié a todo, salté de alegría, me perdí y me encontré… Todo al mismo tiempo.